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Crecen las infecciones por transmisión sexual de Chlamydia trachomatis

Una investigación de la FBCB reveló el avance de los contagios en jóvenes universitarios asintomáticos de 18 a 30 años y el éxito de la aplicación de la técnica de PCR para un diagnóstico seguro.

Actualmente el término Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) ha sido reemplazado por Infección de Transmisión Sexual (ITS), debido a que las ITS engloban una serie de patologías que son transmitidas por los mismos agentes patógenos que las ETS, pero además incluyen el estado asintomático, situación en la que la persona es un posible huésped transmisor de la enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que cada año se registran 357 millones de nuevos casos de ITS curables en personas jóvenes, siendo Chlamydia trachomatis (CT) el agente etiológico responsable de más de 100 millones de casos.

En el laboratorio de Bacteriología Clínica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) desde hace años se realiza la detección de esta bacteria mediante la técnica de PCR en muestras de exudados genitales (endocervicales femeninos y uretrales masculinos) en el marco del Servicio Altamente Especializado a Terceros (SAT). Dado que esta técnica se realiza sobre muestras genitales invasivas una investigación a cargo de Florencia Doná, graduada de la Lic. en Biotecnología, se abocó a la búsqueda de otra forma de aplicar este método con muestras no invasivas.

El estudio se realizó en el marco de la tesina de grado de Doná, bajo la dirección de Emilce de los A. Méndez y codirección de María Alejandra Mendosa. El objetivo del trabajo fue aplicar la técnica de PCR para el diagnóstico de CT en el primer chorro de orina de jóvenes universitarios asintomáticos y poder determinar la prevalencia de CT en este grupo poblacional.

“Las infecciones por CT se dan en todas las sociedades. Aproximadamente el 75% de las mujeres y 50% de los hombres son asintomáticos, lo que dificulta la detección de los casos y favorece su transmisibilidad. La mayor incidencia se presenta en una población vulnerable que comprende jóvenes con patrones de comportamiento sexual de alto riesgo. La importancia de la infección por esta bacteria radica en que puede producir complicaciones o secuelas como cervicitis, dispaurenia, dolor pélvico, secreción vaginal y embarazo ectópico en la mujer; epididimitis y prostatitis en el hombre y hasta podría causar infertilidad en ambos sexos. Es un factor que aumenta el riesgo de contraer la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y del papiloma humano (VPH); además, CT en niños es el agente etiológico más común de conjuntivitis neonatal y de neumonía en la infancia temprana. El mecanismo de transmisión es de persona a persona mediante el sexo vaginal, oral o anal con una pareja infectada y son frecuentes las reinfecciones”, explicó Doná.
 
PCR: herramienta segura para detectar CT

El éxito, en el diagnóstico de las infecciones, radica fundamentalmente en una correcta obtención de la muestra a analizar y en la elección del método analítico empleado.
Sobre la elección de los métodos de detección, Doná explicó: “actualmente la técnica más utilizada es la del método inmunocromatográfico, sin embargo, se conoce que este método puede generar resultados falsos positivos o negativos, por lo que debe complementarse con métodos moleculares de referencia. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una de las herramientas tecnológicas más innovadoras para el estudio de los ácidos nucleicos; es una técnica de alta sensibilidad, reproducibilidad y eficiencia que genera resultados confiables en poco tiempo y fáciles de analizar”.
 
¿Cómo se realizó el estudio?

Se recolectaron muestras del primer chorro de orina de jóvenes universitarios asintomáticos desde agosto de 2018 hasta octubre de 2019, que participaron voluntariamente de la investigación.

Para estimular la participación del alumnado se comenzó con una campaña de concientización sobre la importancia de la detección de esta bacteria. La publicidad se realizó mediante folletos que fueron distribuidos en los distintos espacios de la FBCB.  A las y los estudiantes voluntarios se les entregó el resumen del proyecto, una hoja con explicaciones adicionales y se les hizo firmar el consentimiento informado.
Con la entrega de la muestra se les solicitó completar una encuesta anónima y se les dio la opción de conocer el resultado de sus análisis.
 Resultados obtenidos

En función del análisis de las 209 muestras recolectadas (136 mujeres y 73 a hombres de un rango etario de 18 a 30 años) se detectaron 13 casos de infección por CT (8 mujeres y 5 hombres), con una prevalencia global de 6,2 %. La prevalencia fue de 5,9 % en mujeres y 6,8 % en hombres. El hecho de haber encontrado una prevalencia de 6,2 % en adultos jóvenes asintomáticos implica un alto riesgo epidemiológico de las infecciones de transmisión sexual en este grupo etario.

Otros datos que surgieron a partir de las encuestas anónimas arrojaron que el 58,9 % de las mujeres y el 57,3 % de los varones tenían una pareja sexual estable. Sin embargo, frente a la pregunta respecto del número de parejas sexuales en los últimos 12 meses, el 41,9 % de las mujeres y el 49,3 % de los hombres refirieron tener más de una pareja sexual. En cuanto al uso del preservativo, fue mayor la proporción de participantes que no lo usan para protegerse (72,8 % de las mujeres y 72,6 % de los hombres) frente a los que sí lo hacen (27,2 % de las mujeres y 27,4 % de los hombres). Entre las mujeres, 4 de ellas (2,9 %) relataron haber presentado síntomas urogenitales previos. Los varones no informaron antecedentes.

“Debido a que este agente puede causar graves infecciones genitales e incluso producir esterilidad en adultos que no presentan síntomas, nuestros hallazgos tienen un alto impacto en la Salud Pública. Estos resultados demuestran que es imprescindible la educación enfatizando lo que es el sexo seguro, la importancia de la detección de los portadores asintomáticos, el conocimiento de las características clínicas de las ITS y concientizar sobre el riesgo que se corre al adquirir esta infección. Se debe insistir en el uso correcto de preservativos de calidad reconocida y bien conservados. También resulta útil la investigación de los contactos sexuales de los pacientes y la vigilancia epidemiológica. Por todo esto concluimos que sería imprescindible incorporar esta técnica de tamizaje en los análisis preuniversitarios obligatorios como herramienta de prevención”, enfatizó Mendez.

Sobre la graduada

Florencia Doná se graduó de Licenciada en Biotecnología en 2020 con la tesina denominada “Detección de Chlamydia trachomatis mediante PCR en el primer chorro de orina de jóvenes universitarios asintomáticos” de la cual se desprende esta nota. Actualmente realiza la carrera de Doctorado en Ciencias Biológicas en el Instituto de Salud y Ambiente del Litoral (ISAL), UNL-CONICET ubicado en la FBCB.